Youtube en la realidad virtual

La prioridad de carga en Youtube y la Realidad Virtual

Como sabréis la mayoría Youtube es una empresa que nació de manera independiente de la mano de Chad Hurley, Steve Chen y Jawed Karim en 2005, pero que fue absorbida por Google sólo un año después, en 2006. Ya sabemos que Google está completamente obsesionada con la simplicidad y la optimización de sus herramientas, como aún podemos seguir apreciando en la sencillez de su buscador, la piedra angular de todo su emporio.

Como no podía ser de otra manera esta manera de pensar se deja ver por los rincones de Youtube. Quizás no tanto en la limpieza y el minimalismo (seguro que no), sino más bien en el esfuerzo por optimizar su uso, su velocidad, su experiencia de usuario.

Una de las de las decisiones que se implementaron allá hace ya unos años fue la de priorizar la velocidad del comienzo de reproducción de sus vídeos a la calidad de la mismaPantalla que muestra la interfaz del servicio online de Youtube en una tablet

Es una idea que tiene todo el sentido del mundo. Cuando hacemos click (ya sea con el ratón o directamente con nuestro dedo) en un vídeo, lo que más queremos es que se empiece a reproducir lo antes posible, nos da igual que sea a 4k que a 144p. A medida que pasan los segundos la calidad irá mejorando gradualmente hasta conseguir el máxima que nuestra conexión en esos momentos nos pueda ofrecer manteniendo una continuidad sin cortes.

Todo el mundo estaba contento con esta manera de trabajar, hasta que llegó la realidad virtual a nuestras vidas. Y es que ya son varios los dispositivos que se encuentran a la venta para poder disfrutar de los vídeos en 360º los usuarios de Youtube ponen a nuestra disposición. Los distintos modelos de Cardboard, Oculus, HTC Vive, o las más vendidas y conocidas a día de hoy Playstation VR, son algunos ejemplos.

Cuando se tomó esta decisión, aunque seguro que en Google ya tenían conocimiento de lo que se venía encima, no tuvieron en cuenta a los usuarios de esta tecnología. Y es que cuando tienes una de estas gafas puestas para disfrutar de tus vídeos de 360º las prioridades cambian. En estos casos dejamos a un lado las prisas, preferimos esperar unos segundos o el tiempo necesario a cambio de no tener que sufrir una calidad ridículo cuando la pantalla que estamos utilizando está a escasos centímetros de nuestros ojos.

Cuando tienes una de estas gafas puestas para disfrutar de tus vídeos de 360º las prioridades cambian.

Youtube de momento no nos ofrece la posibilidad de forzar la reproducción en alta resolución, ni en la app para Android que podemos usar en las gafas Cardboard o Daydream, ni en la aplicación para Playstation 4 que podemos usar con las Playstation VR.

Esperemos que se empiecen a tener más en cuenta a los usuarios virtuales para que podamos seguir dando pasos adelante y disfrutando de lo que la realidad virtual nos va a permitir experimentar en los próximos años.

Me cambio de gimnasio. ¿Qué tiene que ver esto con tu negocio?

Tras más de 10 años acudiendo al mismo centro deportivo, esta semana cambio de aires y me cambio de gimnasio. Y no, no deseo convertir éste en uno de esos blogs rosas que acaban contando la vida personal y el día a día del que escribe sin tener prácticamente ninguna relación con la temática en cuestión (o eso espero). Hay un motivo para contar este cambio, y espero que con él puedas aprender algo para tu negocio.

No voy a hablar de marcas ni nombres de gimnasios, ya que no tengo en mente esta publicación como una crítica a ninguna empresa en concreto. Sino como una reflexión que reciclar en la mayoría de sectores, entre los que seguramente se encuentra aquel en el que desarrollas tu actividad.

Qué me ha hecho mirar otras opciones

Hay sectores en las que la fidelización es una parte básica del negocio. Sin ella no existe la rentabilidad, en muchos casos debido a que el esfuerzo o inversión necesario para captar nuevos clientes no tienen un suficiente ROI en la primera venta o cuota, en el caso de servicios continuos como el del ejemplo de este artículo. La fidelización es imprescindible si queremos tener un negocio rentable que nos lleve hacia nuestros objetivos económicos.

En el caso de los gimnasios o centros deportivos, los clientes pueden seguir siéndolo durante 5, 10 15 o incluso 20 años. Ya en sí es difícil fidelizar clientes, pero más difícil aún es trabajar en este tipo de fidelizaciones a largo plazo. Cuando tu objetivo es que un cliente esté a tu lado 20 años, necesitas no estancarte, no conformarte. La mayoría de centros hacen un esfuerzo enorme por poder ofrecer unas buenas instalaciones con el objetivo de conseguir X números de clientes fidelizados. Una vez conseguidos pecan de dormirse  y se dedican a recoger lo sembrado y a «vivir de la renta».

Cuando se está en esta situación siempre nos acaba cogiendo el toro. Las maquinas están anticuadas y empiezan a tener problemas, que por mucho que se arregle son una molestia y a veces incluso motivo de lesión para algún cliente. El centro se va deteriorando, sobre todo en sitios tan delicados como los vestuarios y las zonas de agua. No nos adaptamos a las novedades del sector, y cuando nos damos cuenta y queremos empezar a poner la casa de nuevo en orden nos damos cuenta que el llevar tantos años sin invertir en estar al día ha hecho la bola tan grande que a día de hoy sería una inversión a la que no podemos hacer frente.

Como no podemos hacer la inversión para seguir siendo el centro deportivo de referencia que fuimos en su día decidimos ajustar nuestros precios para seguir siendo una alternativa a la nueva competencia, a todas esas empresas que han nacido hace pocos años siendo diseñadas teniendo en cuenta la situación actual, las necesidades actuales de los clientes y, también como no, sus posibilidades económicas.

Una decisión difícil, ya que una vez realizada, ni aunque consigas tener el centro al 100% de socios conseguirás los ingresos con los que contabas hace unos años. Por lo que seguramente llegado ese momento decidas ampliar tu límite de socios causando que entrenar en tu centro sea toda una odisea.

Qué he visto diferente en otros centros

Hay algunas cosas que más genéricas que te puedo contar. Como pueden ser un edificio más nuevo y con más instalaciones para distintas actividades deportivas, unos vestuarios en mejores condiciones, unas máquinas más nuevas que funcionan con una suavidad que hacen que el entrenamiento sea una experiencia distinta…

Pero sobre todo he visto otra energía en el equipo profesional del centro. A pesar de que este centro en el comienzo tampoco es significativamente nuevo, se perciben las ganas de hacer cosas. Nuevos sistemas de entrenamiento, nuevas zonas en las salas que no conocía hasta ahora, clases de modalidades deportivas que se han puesto de moda en el último año, seguimiento de tu propio entrenamiento con aplicaciones móviles… Al fin y al cabo, novedades. Algo nuevo que te permita no aburrirte, probar cosas nuevas, actualizarte y convertirte en un cliente fidelizado que pueda estar en el centro esos 20 años de los que hablaba arriba.

Qué deberías tener en cuenta

Lo primero que deberías tener claro es cuánto importa la fidelización en tu sector. Hay sectores en los que se pueden permitir el lujo de ignorarla y conformarse sólo con la primera venta a cada cliente. Pero te aseguro que son muy pocos los que lo hacen con conocimiento de causa, y que incluso en sectores donde la repetición de la compra se puede dar cada 10 años, como el sector del automóvil, se trabaja en la compleja fidelización del cliente.

Una vez que seas consciente de la importancia de la misma deberás tener en cuenta que tus esfuerzos comerciales no deben ir destinados únicamente a la atracción de clientes nuevos, a robar socios a otros gimnasios, que deberás hacer un trabajo intenso en hacer que esa cartera de socios que tanto te está costando conseguir se mantenga y avance contigo.

Ten tus instalaciones con un mantenimiento adecuado para que se te acabe cayendo el techo encima. Pero sobre todo actualiza el servicio o producto que ofreces a tu cliente. No dejes que el «lo que ofrezco funciona» te haga dormirte en los laureles. Ya que es posible que tengas razón y hoy funcione (o no), pero ten por seguro que mañana dejará de hacerlo, y cuando tus clientes hayan decidido cambiar de empresa será mucho más costoso en tiempo, energía y dinero convencerlos de que vuelvan.

Nunca te olvides de tus actuales clientes. ¡Fideliza!

 

Qué es el ROI

En la mayoría de las reuniones que mantengo suele salir el concepto del ROI. Un término muy frecuente y que, aunque debería, no siempre es conocido por los empresarios. 3 letras que suponen una importancia tremenda para cualquier campaña de marketing, sin el ROI ninguna campaña tendría sentido.

Si algo no falta en marketing online son métricas que recopilar y analizar para comprobar los resultados de lo que estamos haciendo. Desde visitas, tiempo en la web, seguidores o interacciones en redes sociales. Pero si sólo tuviera que elegir una métrico que seguir en una campaña, sin duda alguna sería el ROI.

¿De qué estamos hablando? ¿Qué es el ROI?

Cada inversión es como un boomerang, debe volver a nosotros con más fuerza de la que la lanzamos si es posible. El ROI es la relación entre la cantidad invertida y el resultado obtenido en ingresos limpios o beneficio, ambos en un único plazo de tiempo. Deberemos dividir los ingresos obtenidos por la inversión realizada.

Por ejemplo supongamos que dirigimos un negocio de reformas y construcción. Realizamos una campaña online para captar clientes para la instalación de piscinas en  instalación de piscinas. La inversión que realizamos en la campaña es de 3.000€ para un mes.

Tras finalizar el mes y consumir el presupuesto asignado hemos conseguido 23 contactos que nos han pedido presupuesto, de los que 5 han formalizado la contratación de su nueva piscina. Gracias a esos nuevos clientes hemos facturado 15.250€, pero no todo es retorno ya que la construcción nos supone un gastos. Nuestras piscinas tienen un margen de venta de un 30%. Por lo que hemos invertido 3.000€ y hemos obtenido un beneficio de 6.100€ por lo que:

6.100 / 3.000 x 100 = 203,3%

Nuestro ROI en esta operación es de un 203,3%.

¿Existen otras formas de calcularlo?

Si comparas esta información con la de otras webs (cosa que siempre deberías de hacer para comprobar la veracidad de lo que lees) encontraras que hay gente que utiliza fórmulas con leves modificaciones que hacen que su ROI para la misma operación sea distintas.

El ROI se diseñó como un sistema estándar para que este dato pueda ser comparado de un proyecto a otro, de una empresa a otra, de un país a otro. Pero la realidad es que cada profesional lo ha ido personalizando y adaptando a sus necesidades, por lo que tendrías que tener mucho cuidado al comparar el ROI calculado por distintas personas en distintas empresas.

Por ejemplo, uno de las webs que mejor posicionadas están en estos momento para la definición del ROI es la de la reconocida agencia 40 de Fiebre. En su web nos cuentan que usan la siguiente fórmula:

ROI = (BENEFICIO – INVERSIÓN) / INVERSIÓN

Desde mi punto de vista se trata de un error, porque con esta fórmula se nos podría dar el caso de que si el beneficio obtenido es 1000€ para una inversión de 500€, nuestro ROI sería del 1%, cuando realmente hemos conseguido el doble de lo que hemos invertido.